Trastorno por estrés postraumático

En ocasiones, nos enfrentamos a situaciones peligrosas o estresantes en nuestro puesto de trabajo. Situaciones como las que vivimos en el 11-M, el terremoto de Lorca, los accidentes de aviación o tren de los últimos años, u otros sucesos que superan con creces el límite de lo que estamos acostumbrados a ver en el operativo diario pueden llevarnos a desarrollar el trastorno por estrés postraumático (TEPT).

El hecho de que no nos haya afectado a nosotros como víctimas directamente no significa que no podamos desarrollarlo.

¿Cómo se produce?

El miedo provoca muchos cambios en el cuerpo en fracciones de segundo para responder a un peligro y para ayudar a evitar un peligro en el futuro. Esta respuesta de “lucha o huida” es una reacción típica que sirve para protegernos de cualquier peligro.

Casi todo el mundo tiene una serie de reacciones después de una experiencia traumática. Sin embargo, la mayoría de las personas se recupera de los síntomas de forma natural. Es posible que a las personas que continúen teniendo problemas se les diagnostique con trastorno por estrés postraumático. Éstas pueden sentirse estresadas o asustadas, incluso cuando ya no están en peligro.

¿A quiénes les afecta el TEPT?

A cualquier persona le puede dar a cualquier edad. Esto incluye a los veteranos de guerra, los supervivientes de agresiones físicas y sexuales, maltratos, accidentes de tráfico, catástrofes, atentados terroristas, u otros acontecimientos graves.

No todas las personas con trastorno por estrés postraumático han pasado por una situación peligrosa. Algunos acontecimientos, como la muerte repentina o inesperada de un ser querido, también pueden causar el TEPT.

También el personal sanitario que atiende a las víctimas de un suceso traumático puede verse afectado por este síndrome. El hecho de ver cuerpos, retirar deshechos, o ser la persona a quien los familiares expresan su pena por la pérdida de su ser querido puede llegar a desarrollarlo.

Según el Centro Nacional para el Trastorno por Estrés Postraumático de los EE.UU., alrededor de 7-8 de cada 100 personas presentarán este trastorno en algún momento de sus vidas. Las mujeres son más propensas que los hombres a presentarlo.

¿Cuáles son los síntomas del trastorno por estrés postraumático?

Los síntomas suelen comenzar en los tres primeros meses después del incidente traumático, pero a veces empiezan más tarde. Para que se considere que se trata del TEPT, los síntomas deben durar más de un mes y ser lo suficientemente graves como para interferir con las relaciones o el trabajo. El curso de la enfermedad varía de una persona a otra. Algunas personas se recuperan en seis meses, mientras que otras tienen síntomas que duran mucho más tiempo. En algunas personas, el problema se vuelve crónico.

Para recibir un diagnóstico de trastorno por estrés postraumático, un adulto debe tener todos los siguientes síntomas durante al menos un mes:

  • Al menos un síntoma de reviviscencia
  • Al menos un síntoma de evasión
  • Al menos dos síntomas de hipervigilancia y reactividad
  • Al menos dos síntomas cognitivos y del estado de ánimo

Síntomas de reviviscencia

  • Volver a vivir mentalmente el acontecimiento traumático (“flashbacks”) una y otra vez, incluso con síntomas físicos como palpitaciones o sudoración
  • Pesadillas
  • Pensamientos aterradores

Los síntomas de reviviscencia pueden causar problemas en la rutina diaria de quien los presenta.

Síntomas de evasión

  • Mantenerse alejado de los lugares, los acontecimientos o los objetos que traen recuerdos de la experiencia traumática
  • Evitar los pensamientos o los sentimientos relacionados con el acontecimiento traumático

Estos síntomas pueden hacer que la persona cambie su rutina personal. Por ejemplo, después de un accidente grave, alguien que generalmente conduce puede evitar conducir o montarse en un automóvil.

Síntomas de hipervigilancia y reactividad

  • Sobresaltarse fácilmente
  • Sentirse tenso o “con los nervios de punta”
  • Tener dificultad para dormir o arrebatos de ira

Los síntomas de hipervigilancia suelen ser constantes y pueden hacer que la persona se sienta estresada y enfadada. También pueden dificultar las tareas diarias, como dormir, comer o concentrarse.

Síntomas cognitivos y del estado de ánimo

  • Problemas para recordar detalles importantes de la experiencia traumática
  • Pensamientos negativos sobre uno mismo o el mundo
  • Sentimientos distorsionados de culpa o remordimiento
  • Pérdida de interés en las actividades placenteras

Los síntomas cognitivos y del estado de ánimo pueden comenzar o empeorar después de la experiencia traumática. Estos síntomas pueden hacer que la persona se sienta aislada o distanciada de sus amigos o familiares.

Trastorno por estrés agudo

Después de un acontecimiento peligroso, es natural tener algunos de los síntomas que se mencionaron anteriormente. A veces estos síntomas pueden ser muy graves, pero desaparecen después de unas semanas. Esto se conoce como trastorno por estrés agudo. Si los síntomas duran más de un mes, afectan gravemente la capacidad de una persona para funcionar y no se deben al consumo de sustancias, alguna enfermedad física, o ninguna otra cosa que no sea la situación traumática en sí, es posible que la persona tenga el TEPT. Algunas personas con este trastorno no muestran ningún síntoma durante semanas o meses. A menudo, viene acompañado de depresión, drogadicción, y uno o más trastornos de ansiedad.

Los niños reaccionan de manera diferente que los adultos

Los niños y los adolescentes pueden tener reacciones extremas a una experiencia traumática, pero es posible que sus síntomas no sean iguales a los de los adultos. En los niños muy pequeños (menores de 6 años), estos síntomas pueden incluir:

  • Orinarse en la cama después de haber aprendido a ir al baño
  • Olvidarse de cómo hablar o no poder hacerlo
  • Representar la experiencia traumática en el juego
  • Aferrarse de manera inusual a sus padres o a otro adulto

 

Algunas personas experimentan el trastorno por estrés postraumático y otras no (o no se dan cuenta).

Es importante recordar que no todo el que pasa por una situación peligrosa tendrá el trastorno por estrés postraumático. De hecho, muchos se recuperarán rápidamente sin necesidad de una intervención.

También es posible que estemos desarrollando un TEPT o un trastorno por estrés agudo y no nos demos cuenta. Nuestro cerebro nos convencerá de que estamos bien y podemos recuperarnos sin problema de la situación vivida porque somos quien ayuda, no quien sufre.

Este “Síndrome del Super-Héroe” nos puede hacer maquillar los síntomas de un TEPT. Es importante tras una situación traumática consultar con un especialista en salud mental, o hacer que algún familiar consulte por nosotros y nos procure ayuda.

¿Cómo se trata el trastorno por estrés postraumático?

Es importante que un profesional de la salud mental experto en el trastorno por estrés postraumático trate a una persona con este trastorno. Los principales tratamientos son la psicoterapia (terapia de “diálogo”), los medicamentos o una combinación de ambos.

Este artículo es meramente divulgativo. Si crees que tú o alguien de tu entorno puede mostrar algún síntoma de TEPT, debe consultar a un profesional de la salud mental.

Fuente: Instituto Nacional de la Salud Mental de los EE.UU. (NIMH)

FNM. Psicóloga

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