¿Mi hijo/a tiene un trastorno de conducta alimentaria?

¿Qué son los TCA?

Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos graves que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria. Las personas afectadas muestran una fuerte preocupación en relación al peso, la imagen corporal y la alimentación, entre otros.

Estas alteraciones alimentarias pueden desencadenar enfermedades físicas importantes y, en casos extremos, pueden llegar a provocar la muerte (siendo las causas más frecuentes el suicidio o la desnutrición).

Son trastornos de origen multifactorial (un factor por sí solo nunca es la causa). Existen factores de tipo genético, psicológico, sociocultural, familiar y personal. La interacción entre ellos suele generar una insatisfacción corporal que desemboca en un deseo de adelgazar.

 

¿Cuál es la población de riesgo para padecer un TCA?

Los trastornos alimentarios suelen ser más presentes en mujeres que en hombres en una proporción de 9 a 1. Se considera que ser mujer, adolescente y practicar un deporte con altas exigencias estéticas (ballet, atletismo, natación sincronizada o gimnasia por ejemplo) pueden ser los perfiles de mayor riesgo para desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria. La mayor incidencia se produce entre los 12 y los 18 años, pero cada vez nos encontramos con casos que tienen una edad de inicio más baja, en torno a los 8 o 9 años.

En España la tasa de prevalencia de TCA en población adolescente alrededor del 4,5% entre los 12 y los 21 años. Dentro de ellos, aunque nos pueda parecer lo contrario los trastornos más conocidos como la anorexia y la bulimia son la punta del iceberg de los TCA.

La anorexia se sitúa en torno al 0,3%, la bulimia en el 0,8% y el TCA no especificado en el 3,1% de la población femenina de entre 12 y 21 años.

 

Las redes sociales y los TCA

El auge de las redes sociales y el reconocimiento social a golpe de “like” aumentan la necesidad de ser aceptado y la preocupación por un ideal estético delgado asociado al éxito social. Éstos podrían ser factores que explicaran esta mayor vulnerabilidad fisiológica a presentar un TCA de las mujeres jóvenes.

 

Los TCA en la edad adulta

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en la edad adulta no surgen de la nada; lo más habitual es que hayan estado latentes desde la adolescencia. “Suele haber un trasfondo emocional que no se trató adecuadamente”, expone Raquel Linares, psicóloga y directora de la Fundación Fita. “Cuando esa persona llega a la edad adulta, ciertos cambios o frustraciones pueden hacer que ese trastorno se reactive. Ese sería el caso típico”.

En ocasiones se puede apreciar la siguiente secuencia: anorexia durante la adolescencia, después bulimia y, finalmente, trastorno por atracón en la edad adulta.

 

Signos de alerta

  • Utilización injustificada de dietas restrictivas.

  • Estado de preocupación constante por la comida.

  • Interés exagerado por recetas de cocina.

  • Sentimiento de culpa por haber comido.

  • Comportamiento alimentario extraño (velocidad ingesta, comer derecho, etc).

  • Levantarse de la mesa y encerrarse en el baño después de cada comida.

  • Aumento de la frecuencia y cantidad de tiempo en el baño.

  • Evitar comidas en familia o con amigos.

  • Rapidez con la que se acaba la comida de casa.

  • Comida escondida, por ejemplo, en su habitación.

  • Grandes cantidades de restos de comida, envoltorios, etc. en su habitación o en la basura.

  • Hacer muchas dietas y, de golpe, darse atracones en cortos periodos de tiempo.

  • Pérdida o ganancia de peso súbita e injustificada.

  • Miedo y rechazo exagerado al sobrepeso.

  • Práctica de ejercicio físico de forma compulsiva con el único objetivo de adelgazar. O bien, en casos de trastorno por atracón, práctica nula de actividad física.

  • Práctica del vómito autoinducido.

  • Consumo de laxantes y diuréticos.

  • Amenorrea (desaparición del ciclo menstrual durante, como mínimo, 3 meses consecutivos) si es mujer, como síntoma debido a la desnutrición.

  • Otros síntomas físicos debidos a la desnutrición: frío en las manos y pies, sequedad de la piel, estreñimiento, palidez o mareos, caída de cabello, etc.

  • Percepción errónea de tener un cuerpo grueso.

  • Intentos de esconder el cuerpo con ropa ancha, por ejemplo.

  • Alteración del rendimiento académico o laboral.

  • Aislamiento progresivo.

  • Aumento de la irritabilidad y agresividad.

  • Aumento de los síntomas depresivos y/o la ansiedad.

  • Comportamientos manipulativos y aparición de mentiras.

 

Tratamiento

Los trastornos de la conducta alimentaria se tratan mejor cuando los lleva un equipo de profesionales, que suele incluir a un médico, un dietista o nutricionista y un terapeuta. El tratamiento engloba el asesoramiento sobre nutrición, los cuidados médicos y la psicoterapia (individual, de grupo y familiar). El médico puede recetar medicamentos para tratar el trastorno por atracón, la ansiedad, la depresión u otros problemas relacionados con la salud mental.

Los detalles del tratamiento dependerán del tipo concreto de trastorno de la conducta alimentaria que presente la persona y de lo grave que sea. Algunas personas deben ser hospitalizadas debido a su extrema pérdida de peso y a las complicaciones médicas que presentan.

Hay que buscar SIEMPRE la ayuda de personal especializado. En caso contrario podemos cronificar la situación.

 

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